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En muchas ocasiones no se debe juzgar un libro por el diseño de su cubierta, pero el aspecto de la cubierta influye de forma determinante en la venta de un libro, especialmente cuando no tenemos muy claro su contenido. Uno de los trabajos más interesantes a la hora de realizar todo el trabajo de diseño y maquetación editorial es precisamente conceptualizar y diseñar la cubierta.

La cubierta del libro debe trasmitir su esencia, incluso potenciarlo. En el proceso de creación podemos diferenciar dos tipos de trabajos, creativo y técnico.

Proceso creativo y técnico para diseñar la cubierta de un libro

factores creativos

Para el proceso creativo de la cubierta del libro, es importante conocer su contenido, de esta forma creamos ideas en torno al tema principal y luego elegimos la que más atraiga al público que va dirigido. Este proceso, que parece sencillo, generalmente es el que más tiempo nos llevará en el desarrollo de bocetos y búsqueda de ideas originales para nuestra cubierta de libro. Para ello es muy recomendable establecer una reunión con el autor para conocer los entresijos de la obra y saber que quiere transmitir con ella.

Hoy en día, el hipotético comprador agradece que no se subestime su inteligencia, por lo que es aconsejable ofrecer mensajes que implique algún reto o conlleve algo de emoción. Este es un aspecto que ningún creativo debe perder.

«Cuando diseñamos la cubierta de un libro estamos realizando el packaging de un producto, por lo que es importante conocer otros aspecto, además del diseño, como tipos de materiales o tipos de encuadernaciónpara conseguir transmitir mejor el concepto.»

Una vez tengamos la idea para el diseño de la cubierta del libro, comienza el proceso técnico, en el que entran diferentes factores, no sólo en el manejo del software necesario, también sobre teorías de publicidad, que darán forma a la idea e incluso la reforzará. Por ejemplo el uso de las tipografías adecuadas y crear un contraste entre ellas que haga destacar el mensaje que más interesa (En este punto es muy importante no usar más de dos fuentes distintas). Evita también insertar imágenes dentro de una caja, se ve muy amateur.

Factores técnicos

Antes de comenzar con la maquetación de la cubierta del libro debemos establecer con la imprenta aspectos técnicos, como los márgenes de seguridad o el tipo de papel elegido para su impresión y evitar así sustos indeseados.

La comunicación entre diseñador e imprenta debe ser fluida hasta el final. De hecho, cuando tengamos diseñada y enviada a imprenta nuestra cubierta para el libro, quedará un pequeño ajuste que realizar: determinar el tamaño del lomo para que los pliegues se ajusten correctamente.

Cómo calcular el tamaño del lomo de un libro

El tamaño final del lomo depende de muchos factores, principalmente la cantidad de hojas del manuscrito, pero también por el tipo de hoja usado en su impresión, el tipo de encuadernación, etc… Este cambio en el lomo lo podrá hacer la misma imprenta o el diseñador, dependiendo de como esté diseñada nuestra cubierta del libro.

Si la encuadernación es de tapa blanda encolada podemos calcular el tamaño del lomo con un cálculo muy sencillo:

(Grosor de una hoja) * (Nº de hojas) + 0,8mm (para la portada)

El grosor del papel, se mide con un micrómetro y su unidad de medida es la micra (milésima de milímetro) o en milímetros.

En cambio, si es una tapa blanda cosida el cálculo se complica porque hay que tener en cuenta que el papel se pliega formando cuadernillos que se cosen con hilo, por lo que hay que calcular el grosor del hilo, del papel doblado, de la cola… además en el proceso de encuadernación hay máquinas/operarios que prensan más el papel y otras que lo prensan menos.

Cuando la imprenta nos confirme que está todo correcto ya no tendremos más que esperar a que terminen el proceso de impresión para tener el producto final en nuestras manos.

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