Marcas que juegan al juego infinito

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¿Qué es el juego infinito?

Para definir lo que es un juego infinito es necesario conocer su opuesto, el juego finito, que es lo que la sociedad actual está acostumbrada a «jugar».

El juego finito es aquel que está definido por unas reglas con un objetivo acordado (cuando se alcanza, el juego llega a su fin), se realiza durante un tiempo establecido y existen ganadores y perdedores. Puede ser por ejemplo un partido de fútbol, una competición, alcanzar un estatus laboral, conseguir una cifra en la cuenta corriente, etc…

El juego infinito, por el contrario, es aquel que no tiene un final porque su meta es un ideal que nunca se alcanza, pero por el que sus jugadores están dispuestos a dedicar toda su energía. Da un sentido al PORQUÉ de su existencia; No hay reglas establecidas, más allá de las leyes de cada país, se puede cambiar la forma de jugar y romper las convenciones.

El juego infinito lo pueden jugar personas, marca e incluso países. Una marca que juega al juego infinito no la mueve ser la mejor, sino ser mejor.

¿Cómo identificar una marca que juega al juego infinito?

Las grandes marcas son las que piensan más allá del «corto» frente al «largo» plazo.

Simon Sinek

Una marca que juega al juego infinito no se identifica con su producto, este es solo una herramienta que le ayuda a dar un paso más hacia un propósito mayor, esa causa por la que cada día dedica tantas horas. Las marcas que juegan al juego infinito disfrutan de una mayor colaboración, confianza e innovación, no hay lugar para el ego y la competitividad.

Una marca que juega al juego infinito no ve el dinero como un objetivo, sino como un combustible que le ayuda a seguir persiguiendo su causa, su porqué.

Con cada logro se revela un poco más ese propósito, la visión se hace más visible y cuando los demás la pueden ver se convierte en algo real, es entonces cuando los escépticos se convierte en creyentes. Las personas se sientes inspiradas y dedican su tiempo y energía en ayudar hacia ese propósito.

Es habitual encontrarnos con marcas que ante la pregunta «¿Por qué existes?» la respuesta esté relacionada con el crecimiento («ser los mejores» – «conseguir x número de usuarios o descargas» – «Superar x millones de facturación anual»). El crecimiento es un resultado, no una causa. Las marcas que tienen claro su propósito o causa son aquellas que perdurarán en el tiempo, que destacarán sobre las demás porque tienen un sentido de ser en la sociedad que va más allá de conseguir objetivos a corto plazo.

No siempre es importante ganar todo. Sino tener claro cual es el motivo por el que juegas.

Simon Sinek

Una marca con un propósito alineado con el juego infinito no va a la deriva, ni copia, toma decisiones con coherencia.

Marcas que juegan al juego infinito

Apple

Steve Jobs lo tenía muy claro, llevar la tecnología de forma accesible a la humanidad. Cuando la informática estaba enfocada a empresas para gestionar un gran cantidad de datos Steve Jobs vió en ella una oportunidad para empoderar al ser humano, una herramienta con el potencial de poner al mismo nivel una empresa multinacional y una persona con una oficina desde su casa.

Desde esta causa, Apple jugó su juego infinito batiendo a todo un gigante como fue y es IBM. Cada producto que lanza está creado bajo esta premisa, por eso se percibe como una marca innovadora, no busca un producto que rompa todas las ventas, sino un producto accesible, fácil de usar con el que los usuarios puedan sacar partido a la tecnología. Se puede comprobar en productos como el iPod, Iphone y Ipad.

Cada producto que lanzan está diseñado pensando en usuarios que no tienen porque tener conocimientos tecnológicos pero que aún así no dificulta su uso.

Microsoft

Microsoft, al igual que Apple busca empoderar a cada individuo y entidad en el mundo, ofreciendo las herramientas y la tecnología necesarias para alcanzar su máximo potencial, pero en alguna que otra ocasión hemos podido ver como se ha enfocado más en ganar juegos finitos.

El caso más evidente lo tenemos cuando a mediados de la década del 2000 lanzó Microsoft Zune para intentar competir con el iPod de Apple en el terreno de los reproductores MP3. Aunque su dispositivo ofrecía mejores prestaciones no llegó a alcanzar la acogida del iPod.

¿Porqué? Entre otros motivos Microsoft quería superar a Apple con su versión de Ipod, más allá de ofrecer una solución pensada en el usuario su objetivo era ganar el juego finito con Apple, pero Apple sabía que su juego era otro (E aquella época ya estaban trabajando en su teléfono inteligente (Iphone).

Patagonia.

Yvon Chouinard (el fundador de la marca) es un empresario atípico que rechaza el consumismo y lucha contra el cambio climático.

En 2011, durante el Black Friday, lanzó una campaña con el mensaje: “No compres esta chaqueta”. Una invitación a no comprar lo que no se necesita realmente y sobre todo una acción que logró que muchas personas fuesen conscientes del impacto ambiental que genera cada prensa de ropa que compramos. Sin caer en la hipocresía, mostrando una realidad que habitualmente marcas del mismo nicho suelen obviar por el daño que les genera.

La admiración hacia la marca, además de por su activismo y calidad de prendas, se debe a que jamás perdió de vista sus valores y su lucha inicial.

Ya han pasado casi 50 años desde el nacimiento de Patagonia y su propósito no para de crecer. Es un claro ejemplo de marca que juega al juego infinito.

La Vecina

Los protagonistas del juego infinito no tienen porque ser marcas multinacionales, marcas más locales como las que nos encontramos en nuestra ciudad también juegan en el juego infinito, como es el caso de la agencia de publicidad La Vecina.

Agencia de publicidad - La Vecina

Ellos se levantan cada mañana con el propósito de pasear por los barrios llenos de tiendas abiertas y no volver a ver más carteles de “Se Alquila” por todos lados. Potencian aquellas marcas pequeñas que tienen una idea o un producto genial pero no consiguen llegar a su público encontrando nuevas formas de llegar a la gente, de adaptarte a las nuevas exigencias del consumidor y al nuevo modelo de consumo.

Fieles a su propósito no trabajan con marcas que no estén alineadas a su forma de ver el mundo. Luchan por una idea que está incluso por encima de ellos.

Conclusión

Este artículo ha sido inspirado por el libro «El juego infinito» de Simon Sinek. Si quieres profundizar más en este tema te aconsejo que te hagas con él.

El Juego Infinito - Libro - Simon Sinek

El juego infinito es extrapolable al ámbito personal, no solo a las marcas. Si cada uno de nosotros conocemos nuestra causa o propósito (juego infinito) que nos impulsa a levantarnos cada mañana estaremos alineados con nosotros mismos, y los éxitos o fracasos (juego finito) serán meras anécdotas en el camino. Encontrar ese PORQUÉ es una tarea apasionante que nos hará vivir de una forma plena y en sintonía.

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