En el mercado existen una gran variedad de CMS’s cada uno con sus características y enfocado a una determinada actividad (web corporativa, ecommerce, educativ, etc..). Hoy quiero hablaros los que a lo largo de los años me han ayudado en diferentes proyectos en el entorno web.

Con el paso del tiempo han ido surgiendo nuevos CMS, muchos sintetizando su funcionamiento y reduciendo sus opciones en pos de una gestión más ágil y eficiente por parte del usuario, eliminando aquellas más avanzadas que generan más dudas que soluciones.

Como suele pasar con las herramientas en el mercado, cada una tiene sus detractores y sus fieles aférrimos, no hay que hacerles mucho caso, cada uno habla desde su propia experiencia. Aunque si es cierto que antes de decidirnos por uno u otro es necesario documentarse sobre los pros y contras de cada uno para analizar cual se ajusta mejor a las necesidades del proyecto y elegir en consecuencia.

Por ejemplo, si el proyecto que vamos a trabajar es básicamente una tienda online con cientos de productos a la venta y necesitamos de las herramientas necesarias para monotorizar el flujo de ventas, crear campañas de email marketing, etc… es evidente que eligiremos un CMS enfocado al ecommerce como Prestashop o Magento. Sin embargo, si el proyecto se basa en el desarrollo de una web corporativa, donde la información que se muestra y cómo se muestra, es lo más importante, nos decantaremos por WordPress, ya que si en un futuro queremos implantar un blog para aumentar el tráfico por medio de estrategias SEO lo tendremos más fácil.

Los CMS más usados

Antes de comenzar quiero incidir que estos CMS son los que he usado a lo largo de los años en proyectos de entorno web, esto no quiere decir que sean los únicos ni tampoco los mejores. Por eso quiero explicar desde mi experiencia el resultado de trabajar con cada uno de ellos.

Joomla

Joomla fue el primer CMS que comencé a usar, allá por su versión 1.5. Recuerdo que en sus inicios se me hizo algo complicado la curva de aprendizaje, pero con práctica fuí descubriendo las posibilidades que ofrecñia. Actualmente va por su versión 3.9. Ha llovido mucho desde entonces y por las últimas noticias que tengo se ha convertido en un CMS bastante potente y ha mejorado mucho en estabilidad.

Deje de usarlo en sus primeros inicios de la versión 3.0 por varias razones. El paso de la versión 1.5 a la 2.5 no era una simple actualización sin más, cambiaba toda la estructura y núcleo del sistema, por lo que se trataba más de una migración. Muchos plugins dejaron de ser compatibles y la migración entre versiones resultó una pesadilla para evitar la perdida de datos durante el proceso.

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WordPress

Tras pasar más de un quebradero de cabeza con Joomla decidí buscar otra opción que me hiciese más fácil el manejo del sistema. WordPress se presentaba como un producto muy sencillo de manejar, reduciendo su peso y número de archivos considerablemente.

Con muy pocas opciones puedes tener una web sencilla e informativa, sin necesidad comenzar con multitud de parámetros y opciones que no son necesarios. Además es un sistema muy amigable con los motores de búsqueda y permite escalar el proyecto al ritmo que quieras, añadiendo plugins y widgtes.

También cuenta con la ventaja, en caso de hackeo del sistema, de eliminar cualquier rastro y restaurar el sistema en pocos pasos gracias a su organización de carpetas, diferenciando aquellas que hace uso del sistema por un lado y por otro las que afectan al contenido.

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Drupal

Este CMS lo probé en varias ocasiones, por proyectos puntuales que ya estaban trabajando bajo este sistema. La navegación entre las distintas opciones era algo complicado y su curva de aprendizaje no lo hacía muy amigable, por lo que no me planteé siquiera trabajar con este CMS como alternativa a los que ya usaba. Es más potente que los anteriores, pero si no eres desarrollador no te lo recomiendo.

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Prestashop

El mercado cuenta con varios CMS orientados exclusivamente al ecommerce como Magento y Opencart , pero ninguno de ellos estaba orientado hacia un usuario de gestión, su backend estaba más enfocado para desarrolladores que para usuario que necesitan de un panel de control donde pueda gestionar los productos y pedidos sin perderse entre opciones inentendibles. Así que nació Prestashop para ocupar este hueco en el mercado y lo consiguió con creces.

Ha lo largo de sus años ha conseguido premios por su gran trabajo, convirtiéndose en un CMS de referencia en el sector del ecommerce. Ofrece plugins de todo tipo, para añadir prestaciones y nuevas funcionalidades a la web con un panel de control muy amigable e intuitivo. El único contratiempo que encontré fue a la hora de personalizar las plantillas, ya que usa un sistema de codificación diferente a los usados en WordPress y Joomla, por lo que su aprendizaje puede resultar frustrante.

Existen otras opciones en el mercado, como Woocommerce o Virtuemart, ambas funcionan bajo WordPress y Joomla respectivamente, pero si el pilar base del proyecto es una tienda online con cientos de productos, aconsejo utilizar Prestashop.